A la década de los años 20 corresponden tres proyectos de templo de Regino Borobio que, en sus similitudes y diferencias, nos permiten analizar cuál es la propuesta del arquitecto ante este tipo de obras. Se trata de las iglesias del Sagrado Corazón, la más monumental y urbana, la del barrio de San Juan de Mozarrifar, de carácter rural, y la de San Valero en el, por entonces, barrio periurbano en pleno proceso de expansión demográfica de las Delicias.
Pese a que los tres proyectos son de los años 20, el templo de San Valero no se construiría hasta la finalizada la guerra civil, entre 1942 y 1945.

Siguiendo las orientaciones de la Iglesia Católica del momento, la iglesia de San Valero se plantea como un pequeño templo de barrio, muy próximo a los potenciales fieles que, de esta manera, se identificarían más con la advocación del templo y no tendrían que realizar desplazamientos importantes para asistir a la liturgia. También en sintonía con los planteamientos religiosos del momento, el interior es amplio, de una sola nave aunque con capillas laterales para el culto de carácter secundario.

En la iglesia de San Valero el arquitecto mantiene las casi inevitables referencias medievalistas de la arquitectura religiosa del momento. Así, en el exterior plantea una portada en arcos apuntados y ligeramente abocinada guarnecida mediante un amplio alero. Sobre él, sitúa un sencillo rosetón entre contrafuertes y un remate a dos vertientes. La torre es sobria, pero los arcos apuntados del campanario insisten en la inspiración sobriamente goticista. En el interior la nave se cubre con una bóveda de crucería nervada que armoniza con el lenguaje exterior.

JESÚS MARTÍNEZ VERÓN

Verificado por MonsterInsights